sábado, 29 de noviembre de 2008
¿La Palma aburrida?
Me he encontrado con la coincidencia a la hora de catalogar a La Palma como una isla aburrida por parte de muchos conocidos míos residentes en las islas denominadas como mayores. Nunca he compartido esta afirmación, porque para nada creo que se pueda definir a la isla con ese adjetivo tan radical, simplemente es distinta a lo que ellos están acostumbrados a vivir y ver, lo cual no significa que sea aburrida, ni que sea malo o bueno, sencillamente es diferente.
Uno de los principales temas en los que se basan es en que allá no hay tantos habitantes como en otros sitios del archipiélago y en el ámbito más juvenil el típico de "¿en donde salen de marcha allá?". Sí, no tenemos tantos habitantes como en otras islas, eso es verdad, y gracias a ello no tenemos que padecer interminables atascos para entrar y salir de las principales ciudades en horas puntas, las cuales llegan a ser más pequeñas incluso que algunos barrios de estas islas. Nos conocemos casi todos de vista; o por lo menos los que vivimos en municipios próximos. No pasan tantas cosas en forma de inseguridad ciudadana como pueden pasar en las islas mayores. No miento a la hora de afirmar que en las islas capitalinas pasan más actos delictivos que en las menores, por la sencilla razón de que hay más población y por lo tanto existen muchas más posibilidades de que hayan más personas amigas de la acción de delinquir.
Otro motivo por lo que se habla de que la isla es aburrida es por el tema de las ofertas de ocio en general y en particular sobre el tema de ocio nocturno. No voy a afirmar que la isla tiene macro discotecas o grandes superficies para salir a tomarse una copa un fin de semana porque no las tiene. A cambio tiene bares en los que disfrutar de buena música, a los que acudir un sábado por la noche con tus amigos y pasar un rato agradable o disfrutar de la música en vivo de siempre y sobre todo cubana un jueves por la noche. Además siempre te encontrarás a alguien conocido que a pesar de no ser de las personas con las que en principio ibas a quedar para disfrutar de la noche, acabarás pasando un rato agradable en forma de tertulia, o en mayor medida podrás unirte a su grupo de amigos que al fin y al cabo son conocidos también. También es cierto que esos bares situados en la Calle Trasera de Santa Cruz de La Palma a los que hago referencia no están abiertos sino hasta una determinada hora, pero existen pubs alternativos para las personas que quieran prolongar más su noche de juerga.
Probablemente no hayan discotecas porque dudo mucho de que sean rentables para sus dueños, porque se sabe que una discoteca estilo Pachá en medio de Santa Cruz de La Palma como que no pega ni con el estilo de vida de los habitantes, ni con la ciudad y además perdería una notable clientela en la época estival con la tradicional Terraza de Verano.
También me han llegado a preguntar por la ausencia de centros comerciales en la isla. No hace falta vivir en La Palma para darse cuenta de que los ayuntamientos y la isla en general han apostado por una zona comercial abierta, esto es, dando facilidades para realizar compras de todo tipo en los comercios de las calles de los nucleos urbanos de los distintos municipios. De hecho se han peatonalizado distintas calles con numerosos comercios, se han arreglado calles en lo que a pavimentación se refiere o se han empezado a crear parkins estratégicos como los situados en la Avenida de El Puente o el situado al final de la Avenida Doctor Fleming en los Llanos de Aridane... y la verdad da más gusto realizar las compras disfrutando del aire libre y paseando por una bonita calle, sea cual sea, que estar encerrado en un centro comercial escuchando la misma múscia insitadora a comprar; compulsivamente incluso, todo el rato.
Además la isla te oferta otras alternativas en cuanto al ocio se refiere, como pueden ser la extensa red de senderos que posee, los espacios naturales existentes, las actividades acuáticas disponibles o simplemente un paseo contagiado por el encanto de sus calles.
Por esto, no creo que la isla sea aburrida como se afirma por ahí, simplemente creo que es cuestión de costumbres y sentimientos de las personas de diferentes lugares y en cualquier caso yo me quedo con mi isla "aburrida" antes que con cualquier otra.
sábado, 22 de noviembre de 2008
La Gran Playa
Existe un proyecto bastante ambicioso por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma consistente en crear en la zona de la Avenida Marítima una gran playa que abarque prácticamente la totalidad de la ciudad. No cabe duda de que cuando esta gran obra termine el cambio que represente la ciudad será importante en relación a como la solemos ver, pues ya no será posible que los pescadores practiquen su deporte favorito en el paseo de la Avenida Marítima o los extranjeros se empapen con las olas cuando rompen contra el muro.
La creación de esta playa artificial generará controversia entre el pueblo; habrán personas que les parezca una idea acertada y otras a las que no, estando todas en su derecho de opinar sobre el tema como ciudadanos que son. La verdad es que puestos a pensar en cómo podría quedar semejante obra podemos imaginar una ciudad que pierde el encanto de estar abierta al mar, zonas importantes de aparcamintos desaparecerán, al igual que algunas zonas de ocio como son las "populares canchas" . Hay que pensar que al desaparecer las numerosas plazas de aparcamiento de la zona conocida como "la Terrera" lo hará consigo el recinto del Carnaval y el popular de La Bajada de la Virgen, o por lo menos en esa zona habilitada para el estacionamiento de vehículos se han venido realizando los actos de estas dos fiestas. Probablemente estas sean las contras que presenta el proyecto en cuanto a lo que a influencias sobre los ciudadanos se refiere, pero sin lugar a dudas una obra de estas características no se lleva a cabo para el perjuicio del pueblo.
Existirá una considerable modernización del casco urbano con esta playa; la cual llenará de vida a la ciudad principalmente en la época estival. Probablemente será beneficiosa para el turista y sobretodo hará que el chip del conductor de Santa Cruz de La Palma y de la isla en general varíe y se asemeje al de los conductores de las grandes ciudades, los cuales ven como algo normal el pago por el uso de parkings de estacionamientos, lo cual será grato para el archiconocido parking de la Avenida de El Puente. Otro hecho a tener en cuenta es que protegerá la ciudad de las embestidas del mar en su ansia por intentar recuperar lo que un día fue suyo.
En definitiva una obra importante para Santa Cruz de La Palma que probablemente cambiará muchas costumbres arraigadas en la forma de ser de la gente y sobre todo una obra que dará otro aspecto a la ciudad, que para unos será para mejor y para otros no tanto.
martes, 11 de noviembre de 2008
Dos tipos distintos de "emigración", un único sentimiento
La isla de La Palma vio como antaño muchas personas cruzaban principalmente el Atlántico con el sueño de encontrar una nueva y próspera vida. Vida de la que no se disfrutaba en la isla por la gran pobreza que azotaba a la inmensa mayoría de la población. Muchos consiguieron esa ansiada nueva vida; otros no tanto. Unos volvieron con el paso del tiempo a su isla natal; otros se quedaron en sus nuevos destinos formando familias con raíces isleñas. Unos mantuvieron el contacto con las personas allegadas que dejaron un día atrás; muchos lo perdieron.
Hoy en día gracias a Dios esta precaria situación que padecimos ha cambiado para mejor, sin lugar a dudas. Tanto ha cambiado que la inmensa mayoría de las familias tienen posibilidades de pagar a sus hijos unos estudios que puedan hacer que éstos tengan en el futuro un buen puesto de trabajo o por lo menos un puesto digno. Tanto es así que son muchos los palmeros residiendo en otros lugares por motivos de estudios, concentrándose principalmente en La Laguna, la cual está muy arraigada a la isla de La Palma por motivos obvios.
Para bien o para mal, generalmente, cualquier adolescente que termina sus estudios de Bachillerato ya está con el chip puesto de que en breve se verá obligado a salir de la isla si quiere seguir formándose, ya que la oferta educativa en estudios superiores se limita a algún Ciclo Formativo de Grado Superior y por supuesto no existen carreras universitarias, salvo las ofertadas por la exigente Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Se puede hacer una pequeña comparación salvando las grandes distancias existentes entre las circunstancias que depararon la primera emigración citada, con el éxodo juvenil de palmeros a otros lugares por motivos de estudios.
Está claro que esas circunstancias no eran las mismas, ya que unos abandonaban su lugar de naciomiento y de vivencias personales motivados por la extrema situación de la isla y otros por motivos de formación. Otra diferencia es que los segundos probablemente tienen la posibilidad de volver a la isla siempre que quieran, ya sea por vacaciones o por algún fin de semana poco exigente en cuanto a trabajos y horas de estudios requeridos, o por los tan de moda "puentes", mientras que los primeros no tuvieron la facilidad de regresar, aparte de que la duración del viaje de vuelta no era ni mucho menos la misma, no estaría la cosa como para gastar un dineral en un viaje a La Palma para luego volverse.
Éstas y muchas otras diferencias que existen entre un caso y otro se quedan apartadas si se tiene en cuenta que se deja atrás por un cierto periodo de tiempo un lugar lleno de recuerdos, de personas queridas, de mucho sentimentalismo. El deseo general por regresar y disfrutar de las calles; bastantes menos pobladas de lo normal durante la época académica, y rincones de ensueño de la isla es otro factor común que se puede añadir a la comparación de estas dos generaciones bastantes opuestas en cuanto a motivos por los que abandonaron y abandonan la isla pero en definitiva con algo en común, el amor por la isla de La Palma.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Circo de Marte Vs Teatro Chico
De todos es sabido la reciente reapertura del Teatro Circo de Marte tras muchos años cerrado al público por su estado ruinoso. Mucha gente está encantada porque una parte de la historia de Santa Cruz de La Palma haya resurgido cual Ave Fénix; lo que llega a producir satisfacción, que algo que para muchos significó un punto de encuentro con la cultura de la época; pues su construcción data del año 1871, pueda ser de nuevo utilizado para dar vida a las ofertas de ocio capitalino.
Ahora probablemente y como suele pasar en estos casos, el Circo de Marte será como un juguete nuevo para un niño, pero... ¿Qué pasará con el Teatro Chico, recinto que representa a una generación totalmente opuesta a la cincuentañera que disfrutó del Circo de Marte antes de su cierre? Somos muchos los que recordamos aquel edificio situado en las medianías de la Plaza de Santo Domingo como un inmueble que siempre estaba cerrado y no tenía vida, vida de la que sí que disfrutaron las personas comprendidas en la franja de edad citada anteriormente.
Si el Teatro Chico pudiera expresar sus sentimientos se sentiría como el señor de la venta de toda la vida que ve con temor como no a mucha distancia de su negocio se levanta un imponente centro comercial. Tantos años siendo el referente de la cultura de Santa Cruz de La Palma para que ahora probablemente quede en el ostracismo; a la sombra del Circo de Marte, porque es de suponer que lo nuevo tendrá preferencia a la hora de alvergar obras de teatro o conciertos íntimos, que básicamente es la oferta cultural que para bien o para mal suele tener Santa Cruz de La Palma. Me temo que no se avecinan tiempos prósperos para este Teatro Chico que al igual que el Circo de Marte en su época ha visto como aquellos niños que una vez acudieron a disfrutar de una obra de teatro infantil, más tarde disfrutaron de un concierto de Ariel Rot, de Rondallas de Divinos en Navidad o rieron con las letras de las canciones del Trío Zapatista... en definitiva, dos generaciones diferentes para cada teatro.
martes, 4 de noviembre de 2008
La Calle Real
Sí es esa que empieza cerca de la antigua fuente que tan diversas opiniones generó entre todos nosotros. Esa calle que a lo largo de la historia se ha convertido en la más importante de La Ciudad, la que nuestros antepasados frecuentaban para vender leche, queso, papas, boniatos...
También es la calle por la que desfilaron las tropas del bando nacional cuando llegaron a la isla en aquel temido barco Canalejas para comenzar con la sublevación. Esa para la que algunos termina en la zona de El Puente y para otros erróneamente en la Plaza de La Alameda.
Si le preguntáramos a sus transeúntes que dijeran las cosas que primero se les vinieran a la cabeza a cerca de esta calle, muchos coincidirían en que es una fuente de información. ¿Quién no se ha enterado de algún chisme en La Calle Real?
Al pasear cualquier mañana por ella nos podemos ver a gente que entablece tertulias mirando a ver si pasa alguien conocido para saludarlo con un cariñoso y tan característico "venga" o "entonces". Tertulias tan variopintas como el estado de las arcas del Ayuntamiento, del Tenisca o Mensajero, de la situación del plátano o de que quedan pocos conejos en la isla para que los cazadores puedan disfrutar de su afición favorita. Una vez leí una entrevista a un personaje conocido del deporte palmero que decía que nunca paseaba por la Calle Real, y si tenía que desplazarse al otro lado de la ciudad lo hacía por la Calle Trasera o Avenida, para evitar que le pararan para hablar de lo que a él no le apetecía hacer en su tiempo libre, que no era más que su trabajo.
También oí decir una vez que la Calle Real es una de la más larga del mundo. ¿Quién no ha estado media mañana encontrándose a gente que no ve demasiado o que suele ver y no se ha puesto a hablar bastante rato con ellos? Nunca me olvidaré en la pasada Navidad, cuando después de varios meses fuera de la isla por motivos de estudio, no llegué ni siquera al Puente en una mañana; de tanta gente que me iba encontrando y saludando, entablando conversaciones. Ésta es otra "función" de la Calle Real, nos da la posibilidad de encontrarnos con gente que hace tiempo que no veíamos, que solemos ver, que no queremos ver ni en pintura... todos tienen cabida en ella, no excluye razas ni edades, ni sexo ni estados civiles...
Esa es la Calle Real, esa que además acoge desfiles de Indianos, Bailes de Enanos, Cross de Navidad, Procesiones de Semana Santa, pero sobre todo, acoge al foráneo en su empedrado y los empapa en la amabilidad y cortesía del lugareño, que el único comentario que probablemente hará será el de "éste no es de aquí ", porque como ya sabemos todos, aquí nos conocemos todos... que para unos sea un inconveniente para otros es algo bonito y que no todo el mundo tiene la suerte de decir. ¿Quién conoce en una gran ciudad a la gente con la que se cruza cada 3o metros? Ni siquiera el típico "de vista".
En definitiva, esta es la Calle Real, querido en el fondo por todos nosotros los de Santa Cruz de La Palma, esa que concentra la mayor actividad comercial de la ciudad, esa en la que se encuentra el Ayuntamiento y la Plaza de España con la atenta mirada del Padre Díaz, esa en la que hemos echado ratos de paseos, esa cuyo verdadero nombre recuerda al almirante O'Daly.
También es la calle por la que desfilaron las tropas del bando nacional cuando llegaron a la isla en aquel temido barco Canalejas para comenzar con la sublevación. Esa para la que algunos termina en la zona de El Puente y para otros erróneamente en la Plaza de La Alameda.
Si le preguntáramos a sus transeúntes que dijeran las cosas que primero se les vinieran a la cabeza a cerca de esta calle, muchos coincidirían en que es una fuente de información. ¿Quién no se ha enterado de algún chisme en La Calle Real?
Al pasear cualquier mañana por ella nos podemos ver a gente que entablece tertulias mirando a ver si pasa alguien conocido para saludarlo con un cariñoso y tan característico "venga" o "entonces". Tertulias tan variopintas como el estado de las arcas del Ayuntamiento, del Tenisca o Mensajero, de la situación del plátano o de que quedan pocos conejos en la isla para que los cazadores puedan disfrutar de su afición favorita. Una vez leí una entrevista a un personaje conocido del deporte palmero que decía que nunca paseaba por la Calle Real, y si tenía que desplazarse al otro lado de la ciudad lo hacía por la Calle Trasera o Avenida, para evitar que le pararan para hablar de lo que a él no le apetecía hacer en su tiempo libre, que no era más que su trabajo.
También oí decir una vez que la Calle Real es una de la más larga del mundo. ¿Quién no ha estado media mañana encontrándose a gente que no ve demasiado o que suele ver y no se ha puesto a hablar bastante rato con ellos? Nunca me olvidaré en la pasada Navidad, cuando después de varios meses fuera de la isla por motivos de estudio, no llegué ni siquera al Puente en una mañana; de tanta gente que me iba encontrando y saludando, entablando conversaciones. Ésta es otra "función" de la Calle Real, nos da la posibilidad de encontrarnos con gente que hace tiempo que no veíamos, que solemos ver, que no queremos ver ni en pintura... todos tienen cabida en ella, no excluye razas ni edades, ni sexo ni estados civiles...
Esa es la Calle Real, esa que además acoge desfiles de Indianos, Bailes de Enanos, Cross de Navidad, Procesiones de Semana Santa, pero sobre todo, acoge al foráneo en su empedrado y los empapa en la amabilidad y cortesía del lugareño, que el único comentario que probablemente hará será el de "éste no es de aquí ", porque como ya sabemos todos, aquí nos conocemos todos... que para unos sea un inconveniente para otros es algo bonito y que no todo el mundo tiene la suerte de decir. ¿Quién conoce en una gran ciudad a la gente con la que se cruza cada 3o metros? Ni siquiera el típico "de vista".
En definitiva, esta es la Calle Real, querido en el fondo por todos nosotros los de Santa Cruz de La Palma, esa que concentra la mayor actividad comercial de la ciudad, esa en la que se encuentra el Ayuntamiento y la Plaza de España con la atenta mirada del Padre Díaz, esa en la que hemos echado ratos de paseos, esa cuyo verdadero nombre recuerda al almirante O'Daly.
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